HISTORIA DE LA INFORMATICA ESPAÑOLA
Ramón Silvestre Verea García:
En 1865 invento la máquina de calcular, la primera que realizaba multiplicaciones de forma directa en vez emplear múltiples vueltas de manivela. La oficina de patentes estadounidense le concedió la patente el 10 de septiembre de 1878, el mismo año en el que ganó una medalla de la Exposición Mundial de Inventos de Cuba.
Su calculadora era una máquina de unos 26 kilos de peso, 14 pulgadas de largo, 12 de ancho y 8 de alto, capaz de sumar, multiplicar y dividir números de nueve cifras, admitiendo hasta seis números en el multiplicador y quince en el producto. La multiplicación la resolvía mediante un método directo basado en un mecanismo patentado por Edmund D. Barbour en 1872, que empleaba un sistema que obtenía valores de una tabla de multiplicar codificada de manera similar al sistema Braille. El aparato podía resolver 698.543.721 x 807.689 en veinte segundos, una velocidad sorprendente para la época. No obstante, Verea no perseguía más que demostrar que los españoles podían inventar igual que los estadounidenses, por lo que su invento sólo dejó huella en la historia de la computación como base para futuras máquinas, como la de Otto Steiger. Su máquina se conserva en los depósitos de la sede central de IBM, en White Plains (Nueva York) formando parte de la colección iniciada en 1930 por el fundador de IBM.
<--Máquina calculadora.
Leonardo Torres Quevedo
Nació el 28 de diciembre, conmemoración de los Santos Inocentes, en 1852, en Santa Cruz de Iguña, Molledo (Cantabria). Estudió el bachillerato en el Instituto de Enseñanza Media de Bilbao, y más tarde fue a París, al Colegio de los Hermanos de la Doctrina Cristiana, a completar estudios durante 2 años (1868 y 1869). Por traslado del padre, se instala la familia en Madrid en 1870 y al año siguiente inicia sus estudios superiores en la Escuela Oficial del Cuerpo de Ingenieros de Caminos. Suspende temporalmente sus estudios en 1873 para acudir como voluntario a la defensa de Bilbao, que había sido sitiada por las tropas carlistas durante la Tercera Guerra Carlista. Una vez se levantó el sitio de Bilbao, el 2 de mayo de 1874, volvió junto a su hermano a Madrid, donde finalizó sus estudios en 1876, siendo el cuarto de su promoción.
Comienza a ejercer su carrera en la misma empresa de ferrocarriles en la que trabajaba su padre, pero emprende enseguida un largo viaje por Europa para conocer de primera mano los avances científicos y técnicos, sobre todo en la incipiente área de la electricidad. De regreso a España se instala en Santander donde él mismo sufragará sus trabajos e inicia una actividad de estudio e investigación que no abandonará. Fruto de las investigaciones en estos años aparecerá su primer trabajo científico en 1893.
De las labores que en estos años llevaba a cabo el Ateneo se creará en 1901 el Laboratorio de Mecánica Aplicada, más tarde de Automática, del que será nombrado director; el Laboratorio se dedicará a la fabricación de instrumentación científica. Ese mismo año ingresa en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, entidad de la que fue presidente en 1910. Entre los trabajos del Laboratorio caben destacar el cinematógrafo de Gonzalo Brañas, el espectrógrafo de rayos X de Cabrera y Costa, el micrótomo y panmicrótomo de Santiago Ramón y Cajal.
En 1912 creó su primer autómata ajedrecista y en 1914 los "Ensayos sobre Automática".
En 1916 se inaugura su transbordador sobre el río Niágara y el rey Alfonso XIII le impone la Medalla Echegaray; en 1918 rechaza el cargo de ministro de Fomento que le ofrece el Marqués de Alhucemas. En 1920 ingresa en la Real Academia Española, en el sillón que había ocupado Pérez Galdós, y pasa a ser miembro de las sección de Mecánica de la Academia de Ciencias de París. Fue también elegido presidente de la Sociedad Matemática Española, cargo que ocupó hasta 1924. Además en ese año creó su segundo autómata ajedrecista. En 1922 la Sorbona le nombra Doctor Honoris Causa y, en 1927 se le nombra uno de los doce miembros asociados de la Academia de Ciencias de París.
Fue un decidido partidario del idioma internacional esperanto, que apoyó, entre otros lugares, en el Comité de Cooperación Cultural de la Sociedad de Naciones. Murió en Madrid, en plena Guerra Civil el 18 de diciembre de 1936, cuando le faltaban 10 días para cumplir 84 años
<-- Máquina de ajedrez
Manel Puigbó Rocafort
Nacido en Tarrasa el 31 de agosto de 1931, es profesor, deportista e investigador informático, conocido por ser diseñador del kentelek 8.
A partir de los años 70 Manel Puigbó diseñó una serie de equipos electrónicos enfocados principalmente a la enseñanza de la electrónica y la informática. Destaca el Kentelec 8, el primer ordenador comercial basado en microprocesador diseñado en España. También diseñó varias calculadoras digitales y analógicas, un corrector automático de exámenes y diversos equipos enfocados al estudio y análisis de circuitos.
Ha traducido diversos libros técnicos y manuales y ha sido docente en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Barcelona y en la Universidad Politécnica de Cataluña. En la actualidad imparte clases de informática musical.
<--Kentelek 8
Mateo Valero Cortés
Se tituló en Ingeniería de Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Madrid en 1974, doctorándose por la Universidad Politécnica de Cataluña en 1980. Es profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña desde 1974 y catedrático del Departamento de Arquitectura de Computadores de esa universidad desde 1983. Su investigación abarca diferentes conceptos del mundo de la arquitectura de computadores, disciplina en la que ha publicado más de 400 artículos entre revistas, congresos y libros. Además, tiene amplia experiencia organizando múltiples eventos científicos y académicos.
En 2007 recibió el Premio Eckert-Mauchly de la ACM/IEEE, considerado el más prestigioso en el campo de la arquitectura de computadores, "por su extraordinario liderazgo en la construcción de un centro de investigación en arquitectura de computadores de clase mundial, sus contribuciones originales en las áreas de computación vectorial y multihebra, y por proponer nuevos enfoques en paralelismo a nivel de instrucción". Además, ha sido galardonado con el Premio Rey Jaime I en 1997, el Premio Nacional de Investigación Julio Rey Pastor en 2001 y el Premio Nacional de Investigación Leonardo Torres Quevedo en 2006.
Mateo Valero es Doctor honoris causa por la Universidad de Belgrado (2008), la Universidad Tecnológica de Chalmers (2008), la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (2009) y la Universidad de Zaragoza (2011).
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